BLOQUEOS MUSCULARES Y DE PUNTOS TRIGGER (GATILLO)
¿En qué consiste?
Los bloqueos musculares pueden usarse como tratamiento para contracturas resistentes a rehabilitación (fisioterapia) o que perduran en el tiempo y no responden a tratamiento con medicación oral. La zona más frecuentemente afectada es el cuello (cervicalgia), desde la base del cráneo (que produce cefaleas) hasta la zona dorsal (incluyendo la escápula), aunque pueden localizarse prácticamente cualquier músculo.
Los bloqueos eco-asistidos de los puntos trigger son uno de los tratamientos que se plantean al paciente afecto de un síndrome miofascial.
Productos a inyectar:
La técnica consiste en la localización del punto o puntos afectados en cada músculo mediante ecografía y la posterior infiltración de anestésico local, antiinflamatorio (corticoides), colágeno y/o plasma rico en plaquetas (PRP) para su tratamiento, dependiendo de cada caso.
¿Cómo se realiza?
Los puntos trigger (o puntos gatillo) se localizan manualmente y/o con la ayuda de un ecógrafo. Son grupos de fibras musculares con una actividad contráctil desordenada, que el paciente suele conocer y que desencadenan, al ejercer presión sobre ellos, dolor en territorios distantes al punto. La infiltración en estos puntos alivia los síntomas y facilita el trabajo de fisioterapia. Por tanto, es recomendable usar ambas técnicas de forma conjunta y coordinada.
En nuestra consulta, el Dr. Eduardo Delgado, podrá evaluar su caso particular, identificar los puntos gatillo con precisión gracias al uso de ecografía y, si es pertinente, le ofrecerá la opción de infiltrar dichos puntos trigger con el producto más adecuado para usted.
Dependiendo de cada paciente y cada situación, serán necesarias más o menos sesiones (habitualmente de 3 a 5 sesiones) separadas 1 ó 2 semanas entre sí. En cada sesión realizada en nuestra consulta, el paciente recibirá una o varias punciones (según los puntos identificados). Lógicamente, cada paciente es distinto y cada tratamiento será personalizado.
Resumiendo:
En conclusión, es un procedimiento muy poco invasivo, apenas doloroso y que permite continuar con su vida normal tras su realización, aunque recomendamos 24 horas de reposo deportivo tras las inyecciones.
Durante las semanas que dura el tratamiento, es aconsejable seguir acudiendo al fisioterapeuta para reforzar con medidas físicas nuestro tratamiento químico y conseguir mejores resultados.