ESGUINCE DE TOBILLO
 
 

¿Qué es un esguince de tobillo?

 
El esguince de tobillo es una lesión que afecta a los ligamentos que estabilizan la articulación del tobillo. El más frecuente es el ligamento lateral externo (LLE), compuesto a su vez por 3 fascículos: peroneoastragalino anterior, peroneocalcáneo y peroneoastragalino posterior. En la cara interna del tobillo se encuentra el ligamento lateral interno (LLI), que también puede lesionarse en ocasiones.
                                            
El mecanismo de producción más frecuente es la inversión (supinación) forzada del tobillo con lesión del LLE, asociada o no a lesiones del LLI e incluso lesiones óseas. 
 
 

Grados de esguince.


De menor a mayor gravedad, distinguimos 3 grados de lesión de ligamentos:
 
  • Grado I: DISTENSIÓN. Las fibras de los ligamentos afectados se estiran demasiado pero sin llegar a romperse.
  • Grado II: ROTURA PARCIAL. Algunas fibras de los ligamentos se rompen. Este es el grado más frecuente.
  • Grado III: ROTURA COMPLETA. Todas las fibras de los ligamentos se rompen. Este es el grado más grave, aunque también el menos habitual.

Síntomas y diagnóstico.                     

 
Suele aparecer dolor, impotencia funcional e inflamación en la cara externa de tobillo (“huevo de paloma” o “pelota”). Asocia la aparición de hematoma que baja al pie y raíz de los dedos.
 
 
La historia clínica en la que se relata habitualmente un episodio de inversión del tobillo por mala pisada u obstáculo, junto con la exploración clínica por el traumatólogo suele guiar a la sospecha de esguince. 
Las llamadas Reglas de Ottawa guiarán al especialista a la petición o no de radiografías para descartar las fracturas a este nivel, principalmente las que comprometen al peroné. Será tu traumatólogo el que valore si precisa otras pruebas de imagen para valorar la lesión.
                                        

Tratamiento.

 
El esguince de tobillo se recupera habitualmente con un tratamiento conservador, siempre y cuando se hayan descartado lesiones acompañantes. El protocolo de tratamiento es variable según el grado del esguince y, naturalmente, cada paciente en particular. No existen plazos cerrados en la recuperación de esta (ni ninguna otra) lesión.
Con independencia del grado de lesión, es fundamental respetar el período de cicatrización y proteger el ligamento de cargas excesivas. Cada vez se tiende menos a inmovilización prolongada sin apoyo, pero la naturaleza tiene algunos plazos inamovibles.
 

  • GRADOS I Y II:
– 1ª Fase (de 1 a 3 semanas, según el grado y los síntomas):
  • REPOSO: básico para la cicatrización de la lesión. Puede ir acompañado o no de alguna inmovilización (vendaje compresivo, vendaje funcional, férula de yeso) así como de permiso o no para el apoyo (completo, parcial o nulo) con ayuda de muletas.
  • ELEVACIÓN: mantener el tobillo elevado previene y evita que aumente el edema (acúmulo de líquido). Cuanto menos hinchado, menos dolor y mejor cicatrización de la lesión.
  • HIELO: la aplicación frecuente de frío sobre la lesión ayuda a disminuir el proceso inflamatorio y el dolor. Aplicar durante 15 minutos cada 3-4 horas. Cuidado de no quemar la piel.
  • AINE: el uso de antiinflamatorios no esteroideos como el ibuprofeno, diclofenaco, etc, durante los primeros 5-7 días ayuda a disminuir la inflamación, además de aliviar el dolor.
 

– 2ª Fase (de 1 a varias semanas):

  • REHABILITACIÓN: fisioterapia, ejercicios activos, propiocepción y fortalecimiento progresivo hasta volver a la actividad normal (deportiva o no).
  • INFILTRACIONES DE COLÁGENO: la aplicación directa de colágeno en la proximidad del ligamento lesionado ayuda a su reparación precoz. Este tratamiento puede combinarse con la fisioterapia para acelerar la recuperación.

 

  • GRADO III:
Ante una rotura completa de los ligamentos del tobillo, el tratamiento debe ser más agresivo: bien ampliando la duración (3-6 semanas) e intensidad de la inmovilización (férula de yeso, yeso completo) y evitando el apoyo (descarga con muletas), o bien planteando un tratamiento quirúrgico para reconstruir los ligamentos rotos (plastia de ligamentos).

Plastia de LLE tobillo

 
La reconstrucción quirúrgica de los ligamentos del tobillo se suele reservar para los llamados “tobillos inestables” o bien para deportistas de alto nivel o aquellos profesionales que precisan una articulación estable para su actividad diaria.
 
 

¿Qué es un “esguince mal curado”?

 
Mucha gente va acumulando lesiones en uno o ambos tobillos prácticamente desde la infancia o juventud, habitualmente en el ámbito deportivo. Cuando lo anteriormente expuesto en este documento no se realiza correctamente, pueden quedar lesiones permanentes en los ligamentos del tobillo a modo de secuelas: dolor crónico con alguno o cualquier gesto, inestabilidad o fallos del tobillo, tendencia a sufrir esguinces con gran facilidad y con movimientos banales… Estos casos son, en ocasiones, candidatos al tratamiento quirúrgico para intentar mejorar la estabilidad y disminuir el dolor.
 
Por todo ello, recomendamos no afrontar el esguince de tobillo como una patología intrascendente y prestarle la atención y cuidados que merece, con vistas a continuar disfrutando de la actividad física en el futuro.
 
 
… y recuerde, ante cualquier duda, consulte con su traumatólogo.

AVISO: Los contenidos de este documento son para su información y no sustituyen en ningún momento el consejo de su médico. Recomendamos siempre la consulta con el especialista y no nos hacemos responsables de problemas derivados de malinterpretaciones del contenido de este documento.
© Dr. Eduardo J. DELGADO TORNÉ. 2018

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